Cojo el avión de Teherán a Damasco. Hacia una semana y media que volvia de Damasco y durante ese tiempo me sentia regular, lamentablemente el vuelo me terminé de poner malo, quizás algo tiene que ver con el agua del grifo de Damasco. Por lo visto toda la gente tiene amebas en el intestino por el agua. A mi Alejandro me dijo que no me preocupase por beber agua del grifo y cuando llevaba 2 vasos bebidos me comentó ese pequeño "problemilla". La cosa que su punto fuerte lo hace a la semana o semana y media y justo me dió la noche del vuelo. Jamás en mi vida habia corrido tanto para ir a un WC. Bueno todo ese dia malito menos mal que tenia a los amiguetes de Damasco cuidandome. Duermo en casa de los becarios y al dia siguiente una vez ya recuperado gracias al Fortasec, pillo el taxi para Amman.
Llego sobre las 15:00 a casa de los becarios, seguidamente nos vamos a comer. Me llevan a lo que puede ser tranquilamente una zona de restaurantes al mas puro estilo americano. Comida rápida árabe y heladito. Después de eso a comprarme una tarjeta SIM de móvil, ya no me vuelvo a gastar casi 250€ en móvil como me gasté en Beirut. Una vez terminado todo, a casa, una duchita y a ver la ciudad con un amigo francés que trabaja en una ONG con los palestinos.
Contrastes que se ven mucho por esta zona de oriente medio, las tiendas de campaña de los beduinos en una zona de chalets. La forma de vivir de toda la vida y la nueva forma importada de occidente.
Monte Nebo
Para salir de Amman flipa, yo creo que todas las señales están en árabe e inglés menos las de salida a la ciudad que solo están en árabe. La cosa que no me enteraba de por donde iba, finalmente encontré la carretera que va desde Amman hasta el mar muerto. No se cuanto me costaria realmente de tiempo, mas o menos estaba bañandome sobre las 2 o 3 del mediodia, eso si parando antes en el monte Nebo, donde el mismismo Moisés vió la tierra prometida oye. Allí se supone que murió y está enterrado por allí cerca, nadie sabe donde. Se llega a haber muerto un par de kilómetros antes y la de guerras que nos hubiesemos evitado, cachis.
En la cima del monte Nebo, la cruz marca donde se supone que Moises vió la tierra prometida.
Camino al Mar Muerto mas tiendas de beduinos a muchos kilómetros de cualquier rastro de civilización.
La curiosidad sobre como sería el agua aqui me superaba, tanto oir hablar de él finalmente lo pude comprobar yo mismo. Es dificil de explicar, a simple vista el agua es normal pero por ejemplo no cala, si tu te metes si que te mojas pero luego al intentar secarte no se empapa la toalla por lo que no te secas. El oleaje es mínimo porque el agua es muy densa, eso hace que no hay nada que rompa las piedras en trozos mas pequeños hasta hacerlos arena, con lo que no hay casi arena. Curioso.
Vista de la piscina del resort al que fuí con el mar Muerto al fondo, las playas públicas son muy malas, no tienen nada de arena por eso siempre recomiendan venir a sitios de estos, mas o menos me costó 8 €uros el acceso a las instalaciones, de lo más barato para lo que es la zona.
Petra
Después de pegarme el baño cogí otra vez el coche y tiré a ver si encontraba Petra, me habian dicho que habia una carretera para llegar allí desde el mar Muerto, carretera que no salia en el mapa que llevaba, pero bueno. Hubo varias veces que me asusté porque realmente parecia que me habia perdido, menos mal que tenia gasolina y provisiones y solamente fué un punto divertido.
Llegué como a las 9 de la noche, me dí una vuelta por la ciudad y cuando me enteré de donde estaba el centro fui allí a la búsqueda de un hotel. Después de ver unos cuantos encontré uno por 30€ (el tio me dijo que costaba 45 y luego lo corroboré en la tabla de precios de la recepción, pero me hizo descuento). Me pegué una ducha me quité todo el polvo y el sudor que aún llevaba de Petra y me fuí a dar otra vuelta, cené en un Burguer King y me recorrí casi toda la ciudad con el coche, es pequeña. Después a la camita que al dia siguiente tocaba madrugar.
A la mañana siguiente llamé por teléfono a Nuria y a Andrés, la pareja que conocí en Petra, y quedamos en una playa para hacer esnorkel. Casi no encuentro la playa, cuando llegué ellos ya estaban saliendo, yo no llevaba ni equipo ni nada con lo que Andrés me ofreció el suyo, me lo puse y me tiré a ver los corales. Menuda birria de corales. Menos mal que justo antes de empezar mi viaje en Amman, Iñigo el becario COMEX acababa de venir de hacer lo mismo y me dijo donde habia un sitio chulo para ver corales. Ni corto ni perezoso se lo comenté a los malagueños, recogimos los bártulos y nos montamos en el coche. Dos kilómetros mas al sur, en otra playa me alquilé unas aletas y unas gafas con tubo. Los mejores corales que he visto en mi vida, paredes de dos y tres metros llenas de peces de colores vivos y todo tipo de animal marino.
Después de dos horas y pico de continuo asombro dejamos los equipos y nos dirigimos a comer, después me despedí de ellos y inicié el camino a Ammán.
PD: QUE VIAJE POR FAVOR, QUEEEEEEEEE VIAJEEEEEEEEEEEEEE. ¡¡ESTE ES EL MEJOR AÑO DE MI VIDA!!